Artículo original: http://trucosgadgetsblogger.blogspot.com/2017/05/proteger-el-contenido-de-tu-bloggger-y.html © Trucos Gadgets Para Blogger

Este no es el blog oficial de la Hermandad del Señor Orando en el Huerto, Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de Palma y Esperanza.

//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

domingo, 29 de agosto de 2021

IMAGINERÍA ANDALUZA 2 de 4. MATERIALES, TÉCNICAS y TEMÁTICA.

Vamos a recuperar algunos post (entrada en un blog) que hemos escrito, en calidad de colaborador, en otros blogs relacionados con la Semana Santa con la intención de hacer una recopilación para que no se pierdan en el olvido.
 
El presente post se publicó el:

Domingo, 26 de febrero de 2012.

 

I.- MATERIALES y TÉCNICAS.
 
Los materiales que se emplean en la imaginería son cálidos, fáciles de policromar (revestir con colores diversos), de dar la impresión de lo natural y más próximo a la anatomía humana; por ello se prefirió la madera, la pasta y el barro, sobre todo en los años de las buenas realizaciones del siglo XVII.
 
Las maderas nobles como la caoba, el ciprés, el cedro y el naranjo; duras e incorruptibles, fueron las preferidas, aunque en algunas ocasiones se empleó también el pino de Segura y el pino de Flandes, materiales estos más blandos y baratos que además tienen el peligro de ser atacados por xilófagos (insectos que roen la madera).
 
Una vez tallada la imagen, las vestiduras se podían: dorar (revestir exteriormente de oro, mediante baño, o por aplicación de láminas, de panes…); policromar, estofar (existen diversas técnicas: raspar el color aplicado sobre la superficie dorada, haciendo dibujos, de modo que aparezca el oro. 
 
Es una especie de esgrafiado (Trazar dibujos con el grafio en una superficie estofada haciendo saltar en algunos puntos la capa superficial y dejando así al descubierto el color de la siguiente) sobre oro. 
 
También se pintaba sobre el oro relieves al temple etcétera,  etcétera).
 
Los rostros de las imágenes se encarnaban con texturas naturistas que daban la impresión de cálidas pieles que cubrían organismos vivos.
 
En ambas escuelas se utilizan estos procedimientos aunque con diferencias.
 
En la Escuela Granadina prefieren las carnaciones mates, sin brillos, y van disminuyendo los estofados en la segunda mitad del siglo XVII.
 
En la Escuela Sevillana se utilizaron indistintamente los tonos mates y brillantes o de pulimento. 
 
Se mantuvieron claras preferencias por los rutilantes estofados, según motivos en los que también es fácil advertir la evolución de los estilos.
 
Las técnicas empleadas para las esculturas hechas en pasta varían en cuanto a la conformación de las figuras no esculpidas por partes, sino modeladas y unidas mediante fuertes pegamentos y ensamblajes. 
 
Las tareas relativas al dorado, policromado, estofado y carnaciones, fueron similares a las de imágenes hechas en madera.
 
Las esculturas realizadas en barro, recogieron viejas técnicas utilizadas para obras definitivas y también para bocetos. 
 
Tanto en Granada como en Sevilla se hicieron obras acabadas en este material.
 
En Granada estas técnicas alcanzaron un alto grado de perfección sobre todo en la época de los hermanos García.
 
En Sevilla fue Luisa Roldán “La Roldana” quien empezó a divulgar todo este tipo de escultura que aprendió en el taller de su padre. 
 
Más tarde, esta técnica se generalizaría en el siglo XVII para realizar figuras de nacimientos.
 
Hubo también imaginería hecha en piedra y plomo empleando procedimientos especiales pero no son muy numerosas.
 
En el siglo XVIII comienzan a utilizarse los postizos: ojos de vidrio pintados, lágrimas de cristal, cabellera natural, telas encoladas, etcétera.
 
Se prefirieron las tallas de candelero, ya conocidas desde épocas anteriores, con lo que las tareas escultóricas se redujeron notablemente. 
 
A pesar de las ricas vestiduras con las que se cubrían, las imágenes de esta época perdieron valores expresivos y volúmenes de apariencias consistentes, para ganar en efectos de riqueza y movimientos ocasionados por los ropajes.
 
II.- LA TEMÁTICA
 
Existe un predominio de los motivos religiosos, sobre todo en los años del manierismo y barroco, pero hay muchos otros temas que expresan la relación de los artistas andaluces con los modelos europeos.
 
Los avances y altos logros se dieron en el terreno de la imaginería, como en ningún otro lugar de la Europa cristiana, quizá por la fuerte tradición figurativa y por la secular estética andaluza de armonía y visión humanizada de sus más hondas querencias e identificaciones religiosas. 
 
Es la religiosidad del pueblo andaluz la que sustenta esta estética, y en ésta reposan las creaciones más insignes de los escultores de la época, quienes se habían limitado a expresar, con sus habilidades, las creencias y sensibilidad del pueblo andaluz.
 
De los temas fundamentales de la imaginería andaluza es la Pasión de Cristo la que ocupa un lugar destacado, seguido muy de cerca por las representaciones marianas. 
 
Las iconografías de Jesús con la Cruz a cuestas y Crucificado son las más numerosas e insignes desde el manierismo, mientras que las escenas de otros momentos de la Pasión, se desarrollaron con más plasticidad en los años barrocos del siglo XVII.
 
Las distintas advocaciones de la Virgen en su versión de dolorosa o de gloria (sobre todo la Purísima Concepción) son dos creaciones andaluzas que se reconocen como auténticas aportaciones de Andalucía al arte cristiano de todos los tiempos.
 
La iconografía del niño Jesús, verdadera creación del manierismo, será largamente desarrollada y evolucionará durante la época barroca. 
 
Las imágenes de ángeles, santos y alegorías son igualmente numerosas.
 
Hay esculturas notabilísimas de San José, San Miguel, San Juan Evangelista, San Juan Bautista o la Magdalena.

domingo, 22 de agosto de 2021

IMAGINERÍA ANDALUZA 1 de 4. ASPECTOS GENERALES.

Vamos a recuperar algunos post (entrada en un blog) que hemos escrito, en calidad de colaborador, en otros blogs relacionados con la Semana Santa con la intención de hacer una recopilación para que no se pierdan en el olvido.
El presente post se publicó el:
Miércoles, 22 de febrero de 2012
 

I.- INTRODUCCIÓN.
 
La época de esplendor de la imaginería andaluza podemos situarla hacia finales del siglo XVI y el primer tercio del siglo XVII aunque la edad de oro de la imaginería andaluza se corresponde con el siglo XVII estando situado su epílogo en el XVIII.
 
Este movimiento artístico obedece a las normas y orientaciones del Concilio de Trento que celebra sesiones de 1545 a 1547, de 1551 a 1552 y, por último, de 1562 a 1563.
 
La imaginería es sólo una faceta de la escultura. 
 
Es diferente del tallado de estatuas, de la decoración, ornamentación y de las efigies que adornan sepulcros y retablos. 
 
La imaginería es una actividad muy apreciada en Andalucía que hunde sus raíces en la escultura Griega y Romana.
 
El imaginero (y nos referimos a los de los siglos citados más arriba) es un artista que tiene necesariamente que ser escultor, pero además saber de los gustos y necesidades tanto devocionales como estéticos de la población, realizando dichas tareas de la forma más realista y bella que le sea posible, en dificilísimo equilibrio que le aparte de lo estridente, desgarrado y tremendista, así como de lo excesivamente dulzón. 
 
Por ello se ha dicho con acierto que todo imaginero tiene que ser escultor, pero no todo escultor consigue ser imaginero.
 
II.- LAS ESCUELAS DE IMAGINERÍA ANDALUZA.
 
La presencia de una escuela artística se reconoce cuando existen en una ciudad o comarca, una serie de caracteres específicos que se transmiten de generación en generación, incluso a través de los estilos y modas artísticas sucesivas, además de tener duraciones apreciables como para advertir evoluciones, actitudes renovadoras, artistas creadores o líderes y producciones secundarias.
 
Tradicionalmente en Andalucía se han considerado dos escuelas de imaginería:
 
La Escuela Sevillana y la Escuela Granadina.
 
Ambas escuelas comenzaron a gestarse en los últimos años del renacimiento, pero solo se definen en los del manierismo y  luego se desarrollan, con distintas evoluciones y crecimientos, durante el siglo XVII para diluirse ambas en la centuria dieciochesca.
 
CARACTERÍSTICAS de las dos ESCUELAS:
 
La Escuela Sevilla: Tiene manifiesta tendencia a lo monumental y figuras de hermosas proporciones anatómicas y fisionómicas.
 
La Escuela Granadina: No descuida la belleza de las imágenes, pero parece recrearse en lo intimista y lo recogido.
 
Ambas Escuelas: practican el naturalismo como característica esencial, el cual fue evolucionando de manera diferente en las manos de los principales artistas de cada escuela.
 
La Escuela Sevilla: extiende su influjo por Andalucía Occidental (actuales provincias de Sevilla, Huelva, Córdoba y Cádiz).
 
La Escuela Granadina: extiende su influjo por la zona oriental (actuales provincias de Granada, Málaga, Jaén y Almería).
 
En ambas escuelas y demarcaciones físicas, no existen divisiones tajantes, hay incluso zonas de influencia mutua. 
 
No obstante, hay que reconocer que existen matices y sensibilidades que hacen algo variado el panorama escultórico de cada escuela; por ejemplo, Córdoba, Jerez y Cádiz tienen producciones que no necesariamente se someten a las fórmulas sevillanas y lo mismo ocurre en Málaga, Ronda, Jaén y Almería con respecto a los caracteres de la Escuela Granadina.
 
La Escuela Sevillana tiene una duración mayor en el tiempo y extiende su influjo a las Islas Canarias e Indias (América) gracias al monopolio de comercio con América.
 
La Escuela Granadina tiene un ámbito de influencia más reducido siendo su personalidad indiscutible.
 
III.- LOS PERIODOS DE AMBAS ESCUELAS.
 
La génesis de ambas escuelas hay que buscarlos en los años del Renacimiento gracias a las realizaciones escultóricas efectuadas en Sevilla, Jaén y Granada en los dos primeros tercios del siglo XVI. 
 
Será en el último tercio del XVI cuando se formen ambas escuelas con sus características específicas y maestros representativos.
 
Es pues en la época del manierismo cuando surgen las dos escuelas andaluzas con sus áreas de expansión.
 
El manierismo es un estilo artístico que se desarrolló en Italia y se  difundió por Europa en el siglo XVI caracterizado por la expresividad y la artificiosidad; es decir, por el uso de modelos muy plásticos, figuras exageradas, a menudo con posturas forzadas, un irreal tratamiento del espacio, con frecuencia de efectos dramáticos, y una aparente elección arbitraria del color. 
 
Supone el rechazo del equilibrio y la claridad del renacimiento en busca de composiciones más dramáticas y complejas, y el deseo de efectos más emotivos, de mayor movimiento y contraste. 
 
En este aspecto, anticipó el barroco que se desarrollaría hacia el año 1600.
 
El manierismo no fue una reacción contra los cánones del renacimiento, sino que creció fuera de él, cultivando casi en exceso el estilo con el que la figura humana era tratada por los últimos maestros italianos como Rafael y Miguel Ángel, cuyas obras proporcionaron el impulso para su desarrollo. 
 
Así, el Juicio Final (1536-1541, Capilla Sixtina, Vaticano) de Miguel Ángel coincide con la obra de algunos pintores manieristas.
 
El manierismo constituye un estilo con personalidad propia. Su primera muestra se puede fechar alrededor de 1520, en Roma, de la mano de uno de los discípulos de Rafael llamado Giulio Romano.
 
Alrededor de 1580, el manierismo comenzó a dar un giro más realista. Ejemplos excelentes del estilo español se encuentran en la obra de El Greco en pintura y en El Escorial en arquitectura. 
 
La escultura manierista está representada por el artista italo-flamenco Juan de Bolonia, así como por el virtuoso Benvenuto Cellini (escultor y orfebre) con sus exuberantes creaciones.
 
Como ya hemos comentado más arriba, es en la época del manierismo cuando surgen las dos escuelas de imaginería andaluza; este primer momento dará paso al denominado periodo de realismo o primer momento del barroco.
 
Los orígenes de la palabra barroco no están claros. 
 
Podría derivar del portugués “barocco” o del castellano “barrueco”, término que designa a un tipo de perlas de forma irregular. 
 
La palabra es un epíteto acuñado con posterioridad y con connotaciones negativas, que no define el estilo al que hace referencia. 
 
De cualquier modo, a finales del siglo XVIII el término barroco pasó a formar parte del vocabulario de la crítica de arte como una etiqueta para definir el estilo artístico del siglo XVII, que muchos críticos rechazaron después como demasiado estrafalario y exótico para merecer un estudio serio.
 
Este primer momento del barroco o periodo realista, está presente en las dos escuelas de imaginería andaluzas y se extiende a los largo de la primera mitad del siglo XVII. 
 
En esta época no desaparecen del todo muchas fórmulas compositivas del manierismo, aunque es visible que fueron cediendo paso a las barrocas.
 
Este periodo realista es más ostensible en la Escuela Sevillana y en América. 
 
En la Granadina el naturalismo está siempre presente, sin llegar al grado de intenso realismo practicado por los artistas de los talleres sevillanos.
 
El pleno periodo barroco es preciso dividirlo en dos fases:
 
Primera fase: representa el dinamismo y las realizaciones hechas con monumentalidad y nobleza; es la época de los grandes maestros:
 
Escuela Sevillana:
Pedro Roldán (1624-1699)
Francisco Antonio Gijón (1653- h.1705)
 
Escuela Granadina:
Alonso Cano (1601-1667)
Pedro de Mena (1628-1688)
 
La duración de esta fase barroca de gran seriedad y gravedad, con notables ejecuciones artísticas, coincide con la segunda mitad del siglo XVII y termina con los primeros años del siglo XVIII.
 
Segunda fase: transcurre dentro del siglo XVIII y termina poco después de finalizado el segundo tercio de la centuria.
 
Es una época larga de menor calidad artística, de constantes preferencias por los efectos dinámicos de figuras estereotipadas y con notoria pérdida del realismo que imprimiera carácter a las esculturas andaluzas; es época de imágenes bellas, más bien bonitas, pero faltas de sencillez y naturalidad y sobre todo carentes de hondura en sus expresiones.
 
Hacia los años 1770-1780, se inicia un movimiento ilustrado que conduce al neoclásico, lo que supone artísticamente el fin del barroco, por lo menos desde una óptica oficial, pues a niveles populares, el barroco duró bastantes años, y, quizá, cabría preguntarse si aún persisten en algunos estamentos y estéticas de las hermandades y cofradías, en un ciclo de larga duración, o más bien; hay una imitación del estilo barroco realizado por artesanos de la gubia que no artistas, porque se limitan a copiar o interpretar la imaginería de los siglos XVII y XVIII.

jueves, 19 de agosto de 2021

ANUNCIO DEL ILMO. AYUNTAMIENTO DE PALMA DEL RÍO, POR EL QUE SE HACE PÚBLICA LA APROBACIÓN DEFINITIVA DE LAS BASES REGULADORAS PARA EL CONCURSO NACIONAL DE SAETAS "CIUDAD DE PALMA DEL RÍO".

No estamos a 28 de diciembre, no es una errata de un periódico local o provincial… no es una “serpiente de verano”… 
 
Algo habíamos leído en el BOP Boletín nº 91 (14-05-2021) y hoy se confirma…
 
Lo hemos visto publicado en el Boletín Oficial Provincial de Córdoba Boletín nº 158 (19-08-2021):
 
Al no haberse presentado reclamaciones durante el plazo de exposición al público, queda automáticamente elevado a definitivo el acuerdo plenario de 29 de abril de 2021, inicial aprobatorio de las Bases Reguladoras para el Concurso Nacional de Saetas Ciudad de Palma del Río, cuyo texto íntegro se hace público, para general conocimiento, y en cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 70.2 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las Bases del Régimen Local.
 
BASES REGULADORAS CONCURSO NACIONAL DE SAETAS
 
CIUDAD DE PALMA DEL RIO
 
1. Objetivo y finalidad.
El objetivo y finalidad del Concurso Nacional de Saetas Ciudad de Palma del Río es promover y fomentar el turismo y la cultura como recursos endógenos de nuestra localidad y que sirven de motor de desarrollo socio-económico.
 
¿Fomentar el turismo y la cultura como recursos endógenos (que se originan en virtud de causas internas) de nuestra localidad para que sirvan de motor de desarrollo socio-económico?  
 
¿Un concurso nacional de saetas? 
 
Debido a mi corta cultura sobre la Semana Santa, yo tenía entendido que en la provincia de Córdoba, la tradición saetera está en los pueblos de Puente Genil, Cabra y Castro del Río que conservan unas saetas con sus propias características; quizá a esta lista habría que añadir también Montemayor. 
 
No sabía que aquí en Palma del Río tuviéramos una tradición tan arraigada como para organizar un concurso de saetas a nivel nacional… tendré que leer más y escribir menos sobre estas cuestiones.