La imagen de la Virgen de Belén que contemplamos hoy en día en su ermita, no es la original, es como mínimo, la cuarta imagen de la patrona de Palma del Río.
Según acta del cabildo municipal (ayuntamiento) de fecha 19 de diciembre de 1730: “En este Cabildo se dijo que por cuanto en el celebrado el 26 de enero de este presente año, se acordó traer de su santuario la Virgen de Nuestra Señora de Belén de la otra parte del río Guadalquivir para implorar la divina misericordia, como en efecto se trajo con toda solemnidad y se puso en el altar mayor de la parroquial, donde se hicieron repetidas fiestas, así por esta Villa y sus principales vecinos de distinción, como por los gremios, terminantes todos a conseguir las lluvias para los campos y el cese de las enfermedades en los vecinos, lográndose alivios en el campo y en los ganados. Estando consagrados a la celebración de las fiestas, acaeció la noche del lunes de Carnestolendas (víspera del día en que el Venerable Clero de la Villa hacían y consagraban sus últimas fiestas) la más ponderada desgracia de pegarse fuego en el dicho altar mayor de la parroquia, reduciéndose todo él a carbón, incluso la imagen de María Santísima de Belén, con gran desconsuelo de todos los vecinos de la Villa”.
Según acta del cabildo municipal (ayuntamiento) de fecha 19 de diciembre de 1730: “En este Cabildo se dijo que por cuanto en el celebrado el 26 de enero de este presente año, se acordó traer de su santuario la Virgen de Nuestra Señora de Belén de la otra parte del río Guadalquivir para implorar la divina misericordia, como en efecto se trajo con toda solemnidad y se puso en el altar mayor de la parroquial, donde se hicieron repetidas fiestas, así por esta Villa y sus principales vecinos de distinción, como por los gremios, terminantes todos a conseguir las lluvias para los campos y el cese de las enfermedades en los vecinos, lográndose alivios en el campo y en los ganados. Estando consagrados a la celebración de las fiestas, acaeció la noche del lunes de Carnestolendas (víspera del día en que el Venerable Clero de la Villa hacían y consagraban sus últimas fiestas) la más ponderada desgracia de pegarse fuego en el dicho altar mayor de la parroquia, reduciéndose todo él a carbón, incluso la imagen de María Santísima de Belén, con gran desconsuelo de todos los vecinos de la Villa”.
Por tanto, la primitiva imagen de la Virgen de Belén, se quemó el lunes de carnaval del año 1730, no hay noticias de que hubiera otra escultura anterior, por lo que hemos de considerar a esta imagen como la primera.
Se encargó una nueva imagen en Córdoba, la segunda imagen de la Virgen de Belén: “cuya nueva imagen, traída de Córdoba, llenaría de gracias y consuelos a todos sus hijos. Para ello se dispuso que para esta fiesta haría el sermón el M. Rvdo. Padre Fray Miguel de Jesús, María y José, del Orden del Gran Padre San Basilio del Yermo del Tardón y Conventual en su Convento de San Antonio del Valle.
Asimismo se convidaron las dos Comunidades de Santo Domingo y San Francisco de esta Villa, citándose al Venerable Clero para el día fijo de dicha fiesta y se nombró por Caballero Diputado para estas fiestas, modo, forma y disposición de ellos, inventiva de fuegos artificiales y demás que sea conducente a la mayor solemnidad y culto de Su Merced, a Don Diego de Ayala y Fernández, Alguacil Mayor de la Villa y su jurisdicción, con cuya intervención se practicaron todos los actos y el costo se librara en el caudal de propios, donde corresponde, despachando formal libranza a su Mayordomo para su abono en cuenta”.
Segunda imagen de la Virgen de Belén
Es decir, ese mismo año de 1730 se encarga una nueva imagen de la Virgen de Belén a un taller de Córdoba, por tanto, esta sería la segunda imagen de la Virgen de Belén.En 1936, esta la segunda imagen de la Virgen de Belén, es quemada en la Plaza Pública: “En esta constante tradición de devoción y amor a la Virgen de Belén, como Patrona de Palma del Río, sólo tenemos que lamentar la deserción de algunos de sus hijos en el funesto año de 1936, que, dañados en su alma por las heréticas doctrinas de la masonería y las falsas promesas del comunismo, un día aciago tuvieron la villanía de quemar en la plaza pública la venerada imagen de su Madre y Patrona, cometiendo con ello el mayor de los sacrilegios en perpetuo deshonor para el pueblo de Palma”.
Tercera imagen de la Virgen de Belén
Se encarga una nueva imagen, esta sería la tercera, al escultor sevillano Sebastián Santos Rojas (1895-1976), que al parecer aprovecha las manos de la anterior, esta nueva imagen se talla en 1937: “Al propio tiempo, se mandó hacer una nueva imagen de la Patrona a expensas del devoto Don Pascual Ruiz, fabricada por el escultor sevillano Don Sebastián Santos Rojas, que ejecutó su obra con gran acierto y aprobación, conservando la nueva imagen las manos de la antigua”.Cuarta imagen de la Virgen de Belén
Esta imagen de Sebastián Santos Rojas, es “restaurada”, aunque nosotros diríamos que fue “reinterpretada”, por Luis Álvarez Duarte en 1995, que prácticamente, cambió la imagen original esculpida por Sebastián Santos Rojas, uno de sus maestros, por lo que esta sería la cuarta imagen de la Virgen de Belén que es la que podemos admirar en la actualidad en su ermita del otro lado del río Guadalquivir.
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