Lo hemos leído en
el libro: “Breve Historia de la Semana Santa de Córdoba” del doctor en historia,
D. Juan Aranda Doncel, publicado por la editorial Sarriá en al año 2001; en un
artículo publicado en la Revista Alto Guadalquivir del año 2001 por el mismo
autor titulado: “Cofradías Penitenciales y Semana Santa en tierras cordobesas:
cinco siglos de historia”; en el libro: “Palma del Río en la Edad Media
(855-1503) Señorío de Bocanegra y Portocarrero” de D. Manuel Nieto Cumplido,
publicado por la editorial Gráficas Minerva de Córdoba S.L. en al año 2004 y en
el libro de Fray Andrés de Guadalupe : “Historia de la Santa Provincia de Los
Ángeles de la Regular Observancia y Orden de Nuestro Seráfico Padre San
Francisco”, Madrid, año 1662.
Las cofradías
pasionistas más antiguas son las de la Vera Cruz que aparecen estrechamente ligadas a los franciscanos y
alcanzan una gran difusión en la primera mitad del siglo XVI. El punto de
partida de esta expansión data de 1536, fecha en la que, a instancias del
cardenal Quiñones, el pontífice Paulo III concede indulgencias a la hermandad
de la Vera Cruz de Toledo.
Durante la etapa de
gobierno del obispo Leopoldo de Austria (1541-1557) se fundan un buen número de
cofradías con esta advocación en distintas localidades de la diócesis
cordobesa:
La cofradía de la Vera Cruz de Córdoba, va a gozar desde el 23 de julio de 1538 de los beneficios espirituales concedidos por Paulo III a la hermandad de la Vera Cruz de Toledo.
En los años siguientes las hermandades de esta advocación se extienden por las distintas localidades de la diócesis cordobesa:
En Priego de Córdoba se funda a mediados de marzo de 1550.
En Cabra se funda en 1544.
En Baena se funda en 1551.
En Aguilar de la Frontera en mayo de1553.
En Montoro el 16 de marzo de1554.
En Cañete de las Torres el 24 de abril de 1554.
La cofradía de la Vera Cruz de Córdoba, va a gozar desde el 23 de julio de 1538 de los beneficios espirituales concedidos por Paulo III a la hermandad de la Vera Cruz de Toledo.
En los años siguientes las hermandades de esta advocación se extienden por las distintas localidades de la diócesis cordobesa:
En Priego de Córdoba se funda a mediados de marzo de 1550.
En Cabra se funda en 1544.
En Baena se funda en 1551.
En Aguilar de la Frontera en mayo de1553.
En Montoro el 16 de marzo de1554.
En Cañete de las Torres el 24 de abril de 1554.
En Palma del Río el
9 de abril de 1555 recibe el visto bueno de la autoridad diocesana la Hermandad
de la Vera Cruz con sede canónica en el recién creado convento de San
Francisco; las reglas de la Vera Cruz palmeña se componen de un proemio y de 33
capítulos.
En Posadas el 10 de
junio de 1556.
Hay constancia fehaciente de que se erigen, antes de 1564, cofradías de la Vera Cruz en:
Belmez, Castro del Río, Fuente Obejuna, Hinojosa del Duque y Santaella.
Hay constancia fehaciente de que se erigen, antes de 1564, cofradías de la Vera Cruz en:
Belmez, Castro del Río, Fuente Obejuna, Hinojosa del Duque y Santaella.
Ya hemos dicho más
arriba que los franciscanos juegan un papel destacado en la propagación de la
advocación de la Vera Cruz, de ahí que las cofradías de este título se erijan
en los conventos de la mencionada Orden como es el caso de Córdoba capital, Priego
de Córdoba y Palma del Río.
Por Orden del
capítulo General Franciscano, siendo provincial el padre Fray Francisco de los
Ángeles Quiñones, se funda una ermita en Palma del Río, cerca del río Genil,
que con el tiempo se convertirá en convento Franciscano; bajo el pontificado
del papa León X se publica la Bula “… de fundación del convento de Nuestra
Señora de Belén, dado en Roma a 14 de
noviembre de 1518 por el cardenal Leonardo Grossus de Rovere, del título de San
Pedro ad Vincula (+1520), dirigido al guardián y hermanos de Señora Santa María
de Belén, de Palma (Dominae Santae Mariae de Bethem), se afirma que en ese
momento no era aún casa de la Orden de Menores, sino tan sólo eremitorium
(eremitorio) para curar a los hermanos enfermos”.
Sobre la fundación
del Convento de San Francisco de Palma del Río, os remito al post publicado con
fecha: 22/marzo/2013 en este mismo blog titulado: “La Capilla de la Hermandad
del Huerto de Palma del Río en la Parroquia de San Francisco”.
Solamente 37 años
después del establecimiento de los Franciscanos en Palma del Río se funda la
hermandad de la Vera Cruz palmeña con capilla propia en el convento.
Fray Andrés de
Guadalupe dice: “La otra capilla se dice de la Veracruz, es grande, y adornada
con muchas imágenes de talla; tiene concedidas muchas indulgencias y gracias a
los cofrades y religiosos que la visiten”.
Esta capilla está situada
en el lado de la epístola de la parroquia de San Francisco, a través de
ella se accede a la actual sacristía.
Aunque parece ser que
la devoción a la Vera Cruz es mucho más antigua en Palma del Río. Según consta
en el testamento de Martín Fernández
Portocarrero fechado en 1460 “pide morir bajo el pendón de la santa Vera
Cruz”. El texto da pie a sospechar que, quizá en la iglesia parroquial (situada
en el mismo lugar que hoy ocupa la actual parroquia de Nuestra Señora de la
Asunción), había un estandarte o bandera más larga que ancha en la que estaba
bordada o pintada la aquí llamada Santa Vera Cruz, símbolo de las cofradías de
la Vera Cruz, este emblema pervivirá un siglo después en las cofradías
penitenciales, creadas en servicio y alabanza de la Invención y de la
Exaltación de la Santa Vera Cruz. La cruz que se conmemora no lleva la imagen
de Cristo Crucificado, es solo la cruz tal como la encontró Santa Elena en
Jerusalén: una cruz vacía en su color verde como árbol vivo, expresión
iconográfica del himno “Crux fidelis” del Viernes Santo…”
El principal acto
religioso de las cofradías penitenciales de la Vera Cruz es la estación de penitencia
del Jueves Santo, los penitentes visten túnica y capirote de lienzo blanco en
el que lucen una cruz verde, insignia de la hermandad. Los hermanos de luz
portan cirios encendidos e intercalados entre ellos se colocan los hermanos de
sangre que reciben este nombre porque a lo largo del recorrido van azotándose
con disciplinas.
La imagen titular
de las cofradías de la Vera Cruz suele ser un crucificado, cuya advocación más
frecuente es la de Santo Cristo de la Vera Cruz.
Entre los actos de
culto que organizan a lo largo del año ocupan un papel relevante las dos
fiestas dedicadas a la Invención de la Santa Cruz que tiene lugar el 3 de mayo
y la Exaltación de la Santa Cruz que tiene lugar el 14 de septiembre.
La atención y
socorro a los hermanos constituye uno de los objetivos primordiales de las cofradías de la Vera Cruz como queda reflejado en la mayoría de las Reglas de
estas hermandades.
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