Vamos a recuperar
algunos post (entrada en un blog) que hemos escrito, en calidad de colaborador,
en otros blogs relacionados con la Semana Santa con la intención de hacer una
recopilación para que no se pierdan en el olvido.
El presente post
se publicó el:
Lunes, 11 de
febrero de 2013.
La noticia
saltaba a los medios el lunes, 11 de febrero de 2013, el Papa Benedicto XVI
comunicaba en latín que dejará su puesto el 28 de febrero de 2013 a las 20:00
horas y que lo hace por motivos de salud.
Joseph Alois
Ratzinger nació en Marktl am Inn (Baviera, Alemania) el 16 de abril de 1927 fue
proclamado Sumo Pontífice, tras dos días de cónclave, y dos fumatas negras, el
19 de abril de 2005 cuando la fumata blanca de la chimenea de la Capilla
Sixtina volvió a arder comunicando a la ciudad y al mundo: "Habemus
Papam".
A lo largo de la
historia de la Iglesia Católica ha habido cuatro renuncias a la silla de San
Pedro, por lo que Benedicto XVI será el quinto Papa que renuncie.
Papa
número 18: SAN PONCIANO I (desde
el año 230; hasta el año: 235).
San Ponciano
nació en Roma y apoyó a Urbano I en su controversia con el antipapa Hipólito de
Roma.
El 28 de agosto de 230, tras la muerte de San Urbano I, fue elegido sumo
pontífice y obispo de Roma, siendo emperador Severo.
Cinco años más tarde,
tras el asesinato de Severo, se sucedieron en el Imperio Romano los llamados
emperadores militares, el primero de los cuales, Cayo Julio Vero Maximino “el
Tracio”, ordenó una persecución contra los cristianos, deportando al Papa San
Ponciano y al antipapa San Hipólito a las minas de sal de la actual Cerdeña
donde ambos se reconciliaron y renunciaron a la mitra de San Pedro a favor del
Papa número diecinueve de la Iglesia Católica: San Antero, dando así fin al primer cisma que dividió a la Iglesia.
San
Ponciano y San Hipólito fueron martirizados siendo azotados hasta morir el 28
de septiembre de 235.
Como Papa, San Ponciano confirmó la condena que había hecho Demetrio
de Alejandría de los textos de Orígenes que propiciaban la herejía gnóstica,
ordenó el canto de los salmos en las iglesias, mandó el “Confiteor Deo
Omnipotenti” (Yo, pecador me confieso a Dios todopoderoso) antes del santo
sacrificio e inició la práctica de que el celebrante se dirigiera a los fieles
en determinados momentos del santo sacrificio con el “Dominus vobiscum” (el
Señor esté con vosotros).
Papa
número 145: BENEDICTO IX (desde el año 1032, hasta el año 1044; y en el año
1045).
Aunque de origen
griego, Teofilacto nació en Roma, dentro de la familia de los Túsculo, era
sobrino de Benedicto VIII y de Juan XIX.
Ingresó niño en un monasterio
benedictino y fue elegido en agosto de 1032 para
sentarse en el trono papal cuando tenía entre doce y quince años de edad
por imposición de su padre, Alberico, que era el auténtico dueño e Roma.
Benedicto IX,
que fue el nombre que Teofilacto tomó como Papa, ocupó
la silla de Pedro en dos ocasiones: de 1032 a 1044 y en 1045.
Es difícil creer
que todos los horrores y miserias que cuentan los cronistas acerca de este
papado respondan a la verdad, pero algo tiene que haber de cierto.
Benedicto IX descendió sin esfuerzo aparente a los
niveles de sus antepasados más despreciables, el de la "pornocracia"
de las Marozia y Teodora tomando ejemplo de la execrable conducta de su lejano
predecesor Juan XII.
Un cronista benedictino que llegaría a ser Papa con
el nombre de Víctor III, Desiderio de Fausi, confiesa sentirse avergonzado al
relatar las bajezas a que sometió su vida Benedicto IX, tras muchas vicisitudes
donde hubo varios sínodos, guerras y levantamientos populares, fue depuesto por primera vez en 1044 y entronizado
en su lugar, Silvestre III, mientras él se refugiaba en el monasterio de
Grottaferrata.
Los
condes de Túsculo hacen regresar a Roma a Benedicto IX y, tras asesinar a
Silvestre III, lo sientan nuevamente en el trono de Pedro
el 10 de abril de 1045, a las tres semanas de ser
repuesto en el papado, vendió su puesto por mil quinientas libras de oro a su
propio primo y padrino, el arcipreste Juan Graciano, que tomó el nombre de Gregorio
VI.
El
escudo pontificio, con las llaves de Pedro, fue creado bajo el pontificado de
Benedicto IX y quedó entre las costumbres
del papado la tradición de que cada Papa elija su propio escudo, sus
propios blasones.
Papa
número 192: SAN CELESTINO V (1294).
Pietro di
Murrone nació en Isernia (Apeninos Italianos).
A los diecisiete años ingresó en
la orden Benedictina, su recogimiento espiritual lo llevó a hacerse eremita en
el desierto del monte Maiella.
Muchos frailes quisieron imitar su forma de vida
y fundó la orden de los celestinos a partir de la
orden Benedictina a la que pertenecía.
Dicha orden fue aprobada por
Urbano IV en 1234.
Cuando fue
elegido Papa, en julio de 1294, habían pasado dos años y tres meses desde la
muerte de Nicolás IV, y los cardenales
no se ponían de acuerdo en un candidato debido a las diferencias entre
las facciones güelfa y gibelina, que en Roma estaban representadas por los
Orsini y los Colonna.
El 13 de
diciembre de 1294, tras cuatro meses de papado, renunció a la elección
aduciendo: “…el deseo por humildad, por una vida más pura, por una conciencia
inmaculada, las deficiencias de su fortaleza física, su ignorancia, la
perversidad de la gente, el anhelo de su vida anterior…”, por lo que dejando
los símbolos de su dignidad, se retiró a su antigua soledad y vistió de nuevo
su rasgado hábito de ermitaño.
Su
sucesor Bonifacio VIII anuló casi todos sus decretos,
al parecer durante su pontificado cometió varios errores políticos.
Papa
número 205: GREGORIO XII (desde el año 1406; hasta el año 1415).
Ágelo Corrario,
pertenecía a una noble familia veneciana, fue obispo de Castello y titular del
patriarcado de Constantinopla.
Tenía setenta años cuando fue elegido Papa, el
30 de noviembre de 1406, en un cónclave celebrado en Roma tras prometer a los
cardenales que dimitiría del papado si Pedro Martínez de Luna lo hacía, para
terminar con el cisma, Benedicto XIII no lo hizo y, consecuentemente, Gregorio
XII tampoco.
Las guerras internas y externas entre Papas y Antipapas lo
llevaron a convocar un concilio autorizado por una bula firmada el 4 de julio
de 1415 donde renunció al papado.
Los cardenales reunidos aceptaron la renuncia
y lo nombraron obispo de Porto y legado perpetuo en Ancona.
Ante este hecho, el
antipapa Juan XXIII, también renunció y Benedicto XIII fue depuesto de su
cargo.
El antipapa Juan
XXIII (1410-1415) fue uno de los líderes del Concilio de Pisa, en 1409, cuando
Gregorio XII y el antipapa Benedicto XIII fueron depuestos y nombraron antipapa
a Alejandro V para cerrar el Cisma de Occidente.
Convocó
el Concilio de Constanza que se celebró entre 1414 y 1418, para terminar con el
Cisma de Occidente en 1415. Martín V (1417-1431) le nombró, en 1419, obispo
cardenal de Tusculum, cinco meses antes de su muerte.
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